Yo soy la morsa

En el instante en que la hoja abrió su carne,
el brillante disco del sol se elevó detrás de sus párpados y explotó,
iluminando el cielo por un instante.
三島 由紀夫

Examinando con minuciosidad mi vida, como lo hago incesantemente, al fin me doy cuenta, o tengo la honestidad de aceptarlo, de que apenas he sido feliz. Exceptuando un par de épocas demasiado breves (la dicha siempre lo es) el resto de mis años han transcurrido con furia y tristeza. En esa gris y violenta corriente de tiempo, no he logrado encontrar todavía algún hecho que me redima de todas mis carencias y errores y justifique mi existencia. Lo peor de tal pasado no es el padecerlo sino no poder dejarlo atrás y permitirle perpetuarse hacia el futuro. Mirando hacia adelante, no tengo razón para pensar que algo vaya a cambiar y logre por fin sentirme satisfecho y tranquilo. Pero yo insisto en mantener la absurda esperanza de que el porvenir será mejor. Podría ser así, pero siempre he sido, en esencia, un cobarde. Cuando llegué a tener algún tipo de control sobre mi vida, ya era tarde, ya mi suerte estaba echada: se me dio el timón del navío cuando éste ya erraba sin rumbo en la tormenta. Antes, nunca tuve que luchar por algo, el estado de desconsuelo pasivo siempre me fue demasiado cómodo. ¿Qué es preferible, la miseria fácil o la dicha ardua?

Toda mi vida he estado conciente de la esencial contradicción de mi existencia.°

Por un lado están las palabras, con las cuales puedo crear lo que quiera, pero son inútiles y vanas; también está el mundo físico, donde mis acciones son esenciales pero yo soy vano e inútil.

Toda mi vida he buscado un principio superior en que se unan las palabras y la acción.°

Entonces ya no seré inútil y vano. Seré una línea de poesía escrita con sangre y una ofrenda a la pureza de forma y fondo y seré por fin recordado. Por eso me he rodeado de soledad y silencio, un monje degenerado cumpliendo sus votos.

Entonces entendí que ese principio superior que buscaba era la muerte.°


Tal vez mi muerte sea la oportunidad decisiva y esencial en que yo muestre mi coraje, aunque yo no soy alguien de sacrificios o con ansias de mártir. Tal vez una buena muerte salve una mala vida. Tal vez esté en lo que se hace en el intervalo.

He decidido hacer mi ataúd. He comprado tablas rústicas, que no voy a lijar. Lo he armado en una tarde. Lo voy a tallar con un cuchillo. Algún día terminaré.

° Mishima: A Life in Four Chapters