Las Dos Fervientes Diosas
Se Veneran la Una a la Otra
Con Lento E Irresistible Impulso
Sobre Hermosos Pechos
Reposa un Culo Coqueto
Una Mano Frota
Y Otra Hunde Dos Dedos
En el Exquisito Cáliz
Rebosante de Almíbar
Ansioso por Ser Bebido
No Hablan o Gritan
Durante la Larga Ceremonia
Pero Su Aliento Derrite
El Metal de Su Lecho