La humanidad se ha extinguido, salvo dos seres humanos. A punto de morir, se preguntan sobre la existencia de los dioses y la posibilidad de que la conciencia sobreviva a la muerte. Uno es religioso, el otro ateo. Discuten sin ponerse de acuerdo hasta que uno muere; el otro continúa pensando al respecto hasta que expira y las preguntas de ambos quedan sin respuesta para siempre.